DOMINATRIX (extracto)

Estamos en el interior de un “privado”, el mono ambiente en el que trabaja Roxy, una sensual escort de treinta años. En el lugar hay elementos para practicar sadomasoquismo con amarres de cuero para manos y pies, un espejo, y accesorios colgados de la pared: cadenas, un látigo y cinturones con prótesis peneanas XL. El sitio está en penumbras, apenas iluminado por un velador. Roxy está sumando los importes de tres boletas de servicios distintas. Resopla. Suena su teléfono celular. Se estira para alcanzarlo y carraspea antes de contestar. Su voz se oye cansada, pero intenta ser sensual.

ROXY

Hola... Si bombón soy Roxy.

En qué página me viste?

No mi amor, en Gemidos no publico, me estarás confundiendo con otra.

Corta y deja el teléfono a un lado. Enseguida vuelve a sonar.

ROXY

Hola. (Pausa). Ahora sí.

En Platynum puede ser que hayas visto mis fotos. Tenías ganas de conocerme?

Deja las boletas a un costado para tratar de concentrarse.

ROXY

Completo. Podemos hacer lo que quieras.

Dominación; asfixias; sometimiento; lluvia dorada; adoración de pies...

Se rasca, aburrida.

ROXY

Ahora? Dame quince, se está yendo un cliente. Tenés para anotar la dirección? (Pausa)

Talcahuano 535, primero D. (Pausa) No. D de dolor! (Pausa) Te espero.

Corta y se arregla apurada. Se calza sus botas, bostezando. Echa un poco de desodorante de ambientes. Suena el timbre.

ROXY

Menos mal que te dije en quince.

En la pared hay un portero eléctrico. Roxy ordena:

ROXY

Subí!

Enseguida suena un timbre diferente. Roxy quita la traba y abre la puerta. Se para a un costado para dar paso a un tipo de contextura media que ronda los treinta y viste de oficinista. Cuando éste franquea la puerta, el flash de la cámara de su celular encandila a Roxy.

ROXY

Qué hacés pelotudo!

Mariano acciona la cámara de su teléfono celular un par de veces más. Su flash rebota contra los consoladores y el látigo de cuero negro trenzado antes de que Roxy alcance a taparse la cara. Él apunta hacia ella y dispara otra vez.

ROXY

Mariano? Qué estás haciendo acá?

MARIANO

Que cara de sorprendida Laura! O debería llamarte… Roxy?

Ella cierra apurada la puerta apoyándose contra la misma, con ambas manos por detrás de la espalda. El estudia el lugar.

MARIANO

Así te quería agarrar!

ROXY

Podés creer que tu voz me sonó conocida? Para qué habré atendido otra vez!

MARIANO

Siempre sospeché que no eras una buen mina para Federico.

ROXY

Y vos quién sos para decir eso?

MARIANO

Su mejor amigo, nos conocemos desde el jardín de infantes.

Mirá los secretitos que tenías guardados. Y el otro boludo a punto de proponerte casamiento.

Roxy baja la mirada tratando de ocultar sus sentimientos. Mariano lo percibe.

MARIANO

No me digas que ya lo hizo!

Que desilusión se va a llevar cuando se entere…


NADIE TE VIO (extracto)

Pablo está acurrucado contra un rincón, con el traje de lluvia desgarrado por la caída. A través de un agujero se puede ver su rodilla raspada, en carne viva. Cecilia intenta calmarlo a través del handy. Le habla con firmeza, tomando lentamente el control de la situación.

CECI

Armas un bolso, metés algo de ropa y encarás para el Tigre.

Vamos a decir que te fuiste ayer a visitar a tu abuela a la isla.

PABLO

Ojalá hubiera sido así.

CECI

No importa como fue. Ahora lo que importa es lo que parezca.

PABLO

Qué hago?

CECI

Pablo, me vas a hacer caso a mí. No se te ocurra hablar con nadie.

Te vas a la isla esta noche y te quedás allá unos días hasta que se acomode la cosa.

PABLO

Y si nace el borrego? No los voy a poder ver?

CECI

Mejor que no nos veas cuatro o cinco días que cuatro o cinco años!

PABLO

Pero qué vamos a hacer?

CECI

Vamos a hacer de cuenta que no pasó nada.

La moto no es tuya, así que no van a empezar buscándote a vos.

PABLO

Pero y Esteban? Cuando se le pase el pedo me va a llamar para que se la devuelva.

CECI

Que se joda! Es un fisurado... Le podría haber pasado a él tranquilamente.

PABLO

Pero me pasó a mi!

CECI

No. A vos no te pasó nada. Vos estabas en el Tigre.

El accidente lo tuvo Esteban. La moto está a su nombre.

PABLO

Pero Ceci, va a decir que me la prestó a mí.

CECI

No va a tener tiempo. Vamos a ganarle de mano.

PABLO

No entiendo.

CECI

Hay que llamar a la policía.

PABLO

A la policía?

CECI

Ahora mismo. Vas a llamar vos.

Vas a decir que estabas en la esquina y viste lo que pasó.

PABLO

Que vi qué?

CECI

Que viste que un motoquero atropelló a una vecina, se cayó de la moto y escapó corriendo.

PABLO

Nooo!

CECI

Y vas a decir que es un gordo grandote que estás seguro que trabaja en la mensajería de la estación.

PABLO

Ceci, no! No puedo hacerle eso.

CECI

Claro que podés. Y lo vas a hacer ahora mismo…


DESENCHUFAME (extracto)

Marcos está sentado junto a su madre, a un costado de la cama en la que yace postrada desde hace meses. Juntos, revisan los detalles de su próximo final. Pero Ruth no parece tan desahuciada como pretende que su hijo crea que está.

RUTH

Prefiero que me cremen que tener que talar otro árbol.

MARCOS

Y qué hacemos con las cenizas?

RUTH

Me gustaría tomar un crucero por el caribe, y que esparzan lo que quede de mí en alguna playa afrodisíaca.

MARCOS

Paradisíaca!

RUTH

También.

MARCOS

Ay mamá… Tanto que hablamos del velorio.

RUTH

Es que me puse a revisar la lista de invitados y no quiero darle el gusto a tanta gente de verme muerta.

Te toquetean, te lloran encima!

MARCOS

Y qué hacemos con los que tengan ganas de despedirse de vos?

RUTH

No me voy a oponer si alguno quiere sumarse al crucero.

MARCOS

Sería lindo hacer una misa de responso en el transatlántico!

RUTH

Se podrá?

MARCOS

Pero claro mamá, como no se va a poder? Son ciudades flotantes!

Tienen de todo: pileta olímpica, cines 3D, canchas de bowling, discotecs. Seguro que tienen una capilla.

RUTH

Sería más justo que me homenajeen en el Bingo.

MARCOS

Nunca vi a nadie jugar mejor que vos!

RUTH

El hábito hace al monje.

MARCOS

Te acordás como se sabía tu nombre cada uno de los empleados?

Toda esa gente te va a extrañar mucho mamá.

RUTH

Por las propinas, decís? Salí. Cuando te ponés sentimental...

Ella lo saca de la cama. Marcos disimula sus emociones.

RUTH

Bueno, qué estás esperando? O vas a seguir dándole vueltas al asunto…

El gotero está sobre la mesa.

Ruth mira a un costado. Marcos se arma de valor. Lentamente camina hasta la mesa. Se pone los lentes de leer y toma el gotero.

MARCOS

Es éste no?

RUTH

No, esas gotas son para el estreñimiento. Las otras.

Marcos las examina acercándolas a la luz.

MARCOS

Pero acá no dice nada.

RUTH

Ay, Marcos! No le ponen etiqueta a esas cosas.

Te pensás que lo compré en la farmacia de la esquina?

MARCOS

No, claro. Pero para estar seguro.

RUTH

Vos te fijaste bien la dosis en Internet?

MARCOS

Si, pero igual.

RUTH

Por favor no te vayas a equivocar como pasó con el gato que tenían en tu casa.

No sea cosa que me sepultan dormida como un tronco y me despierte bajo tierra…


CUANDO DIGA CANAPE (extracto)

En el balcón de un departamento en el que se desarrolla una reunión de amigos, Belén (30) disfruta la brisa en su rostro junto a la baranda, hasta que se aproxima Roy (33) sacando del bolsillo de su camisa un atado de cigarrillos. Ella quería un poco de privacidad y es evidente que él salió a buscarla. Estira el brazo y le ofrece un cigarrillo. Belén acepta. Roy acciona su viejo Zippo y ahuecando la mano se lo acerca. Ella arrima su rostro con el cigarrillo entre los labios, pero cuando está por tomar contacto con la llama él la apaga.

ROY

Pensé que habías dejado.

BELEN

Entonces para que me ofrecés?

ROY

Si querés dejar de fumar para siempre yo te puedo ayudar.

BELEN

Lo único que falta es que vos me quieras hipnotizar a mí!

ROY

Por qué no?

BELEN

Porque no soy una persona hipnotizable.

Aunque hayas hecho ese curso acelerado por Internet que estabas contándole a todos.

ROY

Fue presencial!

BELEN

No se, pero me imagino cual es el uso que le tenés pensado dar.

A mí no me llevás a la cama hipnotizada.

ROY

Te puedo hipnotizar acá mismo si querés, no hace falta ninguna cama.

BELEN

Acá en el balcón? A la vista de todos? Se nota que no me conocés.

ROY

Es la mejor forma de conocerte. Además no vamos a hacer nada que no quieras.

BELEN

Más vale.

ROY

Entonces por qué no me dejás intentarlo?

BELEN

Llevarme a la cama?

ROY

Hipnotizarte.

BELEN

Para que deje de fumar? Terminaría muriendo de cáncer de pulmón.

ROY

Tan segura estás de que no va a funcionar?

O estás perdiéndote algo más interesante ahí adentro?

Belén mira hacia el interior del departamento.

BELEN

No me siento tan fuera de lugar desde que empecé la secundaria.

ROY

Pensé que tenías más onda con Caro.

BELEN

Y yo que le había quedado claro que no quería que me presenten a nadie.

ROY

Técnicamente no es una presentación cuando ya conocés a la otra persona

BELEN

Bueno, lo que se dice conocernos vos y yo, salimos una vez.

ROY

Una y media.

BELEN

Demasiadas.

Ella sonríe. El devuelve su cigarrillo sin encender al atado.

ROY

En realidad yo también debería fumar menos. Te dejo tranquila.

Ella lo ve retroceder y se arrepiente de espantarlo.

BELEN

Esperá. No te vayas. Tuve un día de mierda, no me des bola.

Pero ahorrate todo el cuento ese de la hipnosis…

ROY

No es ningún verso. Es una técnica que tiene millones de años.

BELEN

Y vos te la aprendiste en un par de semanas?

ROY

El curso fue semestral. Pero si querés no hablamos más del tema y listo.

BELEN

No... Tenés razón. Ahora me dieron ganas. Total no va a funcionar.

ROY

Lo que te dieron ganas es de verme hacer el ridículo, no?

Ella sonríe. El imposta un poco la voz para aseverar:

ROY

Hay un estado de inducción y una predisposición del sujeto que son imprescindibles para que funcione.

BELEN

Arrugaste? Te veía más convencido.

ROY

Me tenés que mirar a los ojos.

BELEN

Y cuál es el problema?

ROY

Que evitaste hacerlo toda la noche.

BELEN

Si? Ni me di cuenta.

Ahora es él quien sonríe. Se descuelga del cuello una cadenita de la que pende una medalla dorada.

ROY

Estás lista?

BELEN

Yo sí, vos?

ROY

Quiero que fijes la mirada en esta medalla y la sigas todo el tiempo.

BELEN

Pensé que querías que te mirara a los ojos…